¿Fotografias en verano? Te dejamos los mejores consejos para conseguir fotografías perfectas

Uno de los placeres después de finalizar las vacaciones, es poder disfrutar de su recuerdo y la mejor forma de hacerlo, es a través de las fotografías que hemos hecho durante el viaje. Aunque las cámaras fotográficas son un elemento todavía imprescindible en nuestro equipaje, los teléfonos móviles están empezando a suplir su función. Los smartphones incorporan cada vez cámaras de mejor calidad  e incluyen además otras prestaciones que nos permiten, por ejemplo, compartir las fotos al instante con nuestra familia y amigos, recortarlas, añadir filtros, mezclarlas y hacer composiciones de varias de ellas…

Pero si el verano es un gran momento para inmortalizar nuestros recuerdos, en muchas ocasiones, aspectos como la climatología, hacen algo más complicado tomar fotos con buena calidad. El exceso de luz en algunas tomas, la falta de luminosidad en otras, contrastes y brillos, fotografías en ambientes nocturnos, tormentas, etc., son hándicaps a tener en cuenta, pero no son los únicos.  Te recomendamos seguir estos sencillos consejos para conseguir lo que todos esperamos: la fotografía perfecta.

La utilidad del modo automático: Aunque el modo manual ofrece más posibilidades, no debemos descartar el uso automático de la cámara, ya que puede sacarte de muchos apuros. Lo recomendable es hacer un uso combinado, optando por el modo automático para asegurarnos buenas fotografías en situaciones en las que necesitemos rapidez, y seleccionando la opción manual cuando contemos con más tiempo. De este modo, podremos probar los resultados obtenidos con diferentes combinaciones e ir perfeccionando la técnica en un futuro.

Mejora los autorretratos aprovechando la belleza del fondo: En vacaciones solemos visitar lugares con un encanto especial: playas, bosques, monumentos, montañas… Aunque estemos realizando un retrato, podemos aprovechar el fondo para resaltar la belleza de la instantánea, especialmente si tenemos una fuente de luz suave.

Mejora las fotos con niños: Los más pequeños de la casa son los protagonistas de la mayor parte de fotografías veraniegas, aunque lograr una buena instantánea no es sencillo. Los niños no paran de moverse y conseguir que mantengan la pose que queremos suele ser complicado. Una de las técnicas para captar su atención es mostrarles algo a lo que mirar, o darles algún objeto que les entretenga. Cuanto más concentrados estén, más fácil será conseguir una foto  natural.

Usa correctamente el trípode: El trípode es siempre  una herramienta útil pero en verano resulta prácticamente indispensable. Usaremos el trípode para evitar fotografías movidas o sencillamente para  programar una foto en la que salgas tú. Para ello, es fundamental asegurar su sujeción, pudiendo añadir peso si estamos en entornos difíciles que requieran una mayor estabilidad de la cámara. Una vez conseguido, debemos tomarnos el tiempo necesario para buscar un enfoque preciso y una buena nitidez en la toma.

Fotos en amaneceres y puesta del sol: Estos dos momentos son muy propicios para captar imágenes de gran belleza, pero lograrlo no es sencillo. Para conseguirlo selecciona una apertura pequeña para tener una mayor profundidad de campo y que la velocidad de obturación sea lenta. Apoya la cámara en un lugar seguro y usa el temporizador para evitar vibraciones.

Fotografías en movimiento: Si aprovechas algún trayecto en tren o autobús para hacer una foto, lo habitual es realizarla con la ventanilla bajada. De este  modo, evitarás los reflejos provocados por el cristal. No dispares al azar, enfoca primero y usa los macros de movimiento para lograr una foto espectacular.

Supera la dificultad de las fotos nocturnas: Otro clásico del verano son las fotos de noche, especialmente con el cielo despejado. Este tipo de tomas no son sencillas y suelen requerir bastante tiempo para conseguir el mejor enfoque. Ten paciencia, haz todas las pruebas que sean necesarias y busca los mejores efectos para lograr la foto deseada. Se suelen conseguir mejores fotografías en las horas centrales de la noche, cuando disminuye la luz ambiente.

Fotografías de tormentas: Tampoco son tomas sencillas, aunque si lo logramos los resultados son espectaculares. Para ello,  usemos trípode y una velocidad de obturación amplia –hasta un minuto- para así poder reflejar un mayor número de rayos. No elijas esta velocidad de forma inmediata. Empieza por ejemplo con 10-15 segundos y ves ampliando la velocidad de obturación poco a poco.

Conseguir naturalidad: No todos reaccionamos igual ante un retrato. Para algunas personas es sencillo mostrar una sonrisa, pero para otras es difícil posar de manera natural y salen a menudo con un gesto forzado en las fotografías. Podemos aplicar algunos trucos para impedir esta situación, lo más fácil es interactuar con la persona a la que queremos retratar. Habla, pregunta o bromea, y mientras, dispara varias fotografías. Busca provocar sentimientos como risas o  sorpresa, así es muy probable que salga más de una instantánea con un resultado óptimo.

No sobrecargues la composición: Los fondos sobrecargados no suelen funcionar, elimina elementos que distraigan y busca composiciones que ayuden a fotografiar/retratar el verdadero objetivo de la foto.

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