¿No sales de casa? Los mejores consejos para disfrutar tus vacaciones en tu ciudad

El mes de agosto es, para muchas personas, la mejor época para disfrutar de su ciudad de residencia. Ya sea por preferencia personal, o porque no puedas permitirte un viaje lejos de casa, las grandes ciudades ofrecen muchas posibilidades para disfrutar de unas vacaciones diferentes. Y es que la oferta de ocio en las grandes urbes en verano es cada día mayor: exposiciones, conciertos, jornadas de puertas abiertas, festivales… Te sorprenderá todo lo que puedes hacer en el mismo lugar en el que resides durante todo el año con sólo cambiar tu perspectiva. No es difícil, tan solo tienes que seguir algunos de los pasos que te recomendamos:

Una ciudad desconocida: Sí, puede que hayas nacido allí o lleves muchos años en ella, pero seguro que hay muchos rincones que desconoces, lugares que quieres volver a ver o que han cambiado desde la última vez que estuviste. Cambia tu mente. Piensa que estás en una ciudad distinta y que dispones de tiempo para poder conocerla con tranquilidad y sin agobios.

Planifica tus salidas: Estás de vacaciones, así que compórtate como un turista: consulta la oferta cultural y planifica tu agenda con todos los lugares que quieras visitar, sus horarios, etc. Además partes con una gran ventaja: en tu ciudad te mueves como pez en el agua, sabrás elegir el transporte más conveniente, valorar si te va a dar tiempo a ir de un sitio a otro o elegir el mejor lugar donde almorzar o tomar un refresco.

Debes evitar la improvisación, levantarte y pensar ¿qué voy a hacer hoy? Esta no es la mejor forma de disfrutar de las vacaciones en tu ciudad. Un sencillo rastreo por Internet te descubrirá todo lo que puede ofrecer tu localidad en los meses de verano.

¿Whatsapp, Facebook, móvil…?: No caigas en la tentación, recuerda que estás de vacaciones, limita su uso a lo estrictamente necesario, lo mismo que harías si estuvieras en la playa o visitando una ciudad en el extranjero... Huye del estrés que muchas veces nos produce estar “enganchado” a una tecnología que, si bien puede ser muy necesaria cuando estamos trabajando, no lo es en absoluto en nuestro tiempo de ocio.

¿Coche en agosto?, solo lo necesario: Coger un autobús y cruzar la ciudad de punta a punta en pocos minutos es una de las ventajas del verano, especialmente en el mes de agosto. Los atascos desaparecen como por arte de magia. Utilizar el transporte público no sólo te permitirá ahorrar dinero, sino también disfrutar de cada viaje y fijarte en muchos lugares que nos pasan desapercibidos con las prisas de la jornada laboral.

Disfruta de la naturaleza, dentro de tu ciudad: La mayoría de las ciudades tienen pequeños oasis en forma de parques, para relajarse y huir de los momentos de más calor. Visitarlos, sentarse y leer un libro, pasear… Hay muchas y buenas razones para disfrutar de un parque en verano, ¡que el reloj no te sirva de límite!

Tiempo de terrazas: La terraza es un clásico del verano, ideal para refrescarte y descansar al final de la jornada cuando el calor amaina. El mes de agosto es cuando mejor puedes disfrutarlas, con menos aglomeraciones y con todo el tiempo del mundo para relajarte y disfrutar del momento.

Pequeñas escapadas: No te limites a tu ciudad, investiga también los alrededores. Seguro que encuentras lugares interesantes donde hacer pequeñas escapadas muy económicas y gratificantes. 

Qué fresquito se está en el cine: El verano es la época perfecta para ir al cine, no sólo porque hay menos colas y podrás ver cualquier película sin problema, sino que además, muchas salas reestrenan cintas con algunos meses de antigüedad pero a un precio reducido. Así podrás ver aquella película que no pudiste disfrutar en su momento por falta de tiempo, sin pasar calor y a un precio más asequible. Por otra parte, no podemos olvidarnos de los ya tradicionales cines de verano que nos ofrecen títulos muy interesantes a buen precio y al aire libre, para disfrutar de una mágica noche estival.

Descansar: Algo tan sencillo y necesario, pero tan complicado de conseguir el resto del año. No olvides planificar algún día “vago” en tu agenda. Levantarte tarde, ver alguna película o sencillamente tumbarte a leer tranquilamente en casa, son algunos de los placeres de las vacaciones. Si te organizas correctamente, tendrás tiempo para disfrutar y descansar.

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