Theresa May prepara el terreno para una definitiva tercera votación de su Acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea ofreciendo su dimisión

"Estoy preparada para renunciar a mi puesto antes de lo que era mi intención, para poder hacer lo que creo que es mejor para el país". Con estas palabras Theresa May anunciaba públicamente su intención de abandonar su cargo de Primera Ministra del Reino Unido si consigue sacar adelante el Acuerdo de Salida de la Unión Europea acordado con la UE en el mes de noviembre. Esta maniobra, anticipada en la reunión que tuvo con anterioridad con todos los parlamentarios del Partido Conservador sin cargo en el Gobierno, busca conseguir los apoyos suficientes para una tercera votación que se antoja definitiva si el Reino Unido quiere abandonar la Unión antes de las Elecciones Europeas y no verse obligado a pedir una prórroga más larga. Aun así, hay serias dudas de que sea suficiente, pero sí parece claro que ya tuvo su efecto en el rechazo del Parlamento Británico de las ocho alternativas al Brexit que se votaron horas más tarde.

El resultado de estas mociones, no vinculantes, deja claro que el Parlamento Británico sí parece saber qué es lo que no quiere hacer, pero no como conseguir un acuerdo. Desde un punto de vista positivo, política y económicamente hablando, las opciones más radicales, como la de retirada unilateral de la Unión Europea o que se aprobara el "Compromiso Malthouse" -que conllevaría también un Brexit Duro con un periodo transitorio en las relaciones comerciales con la UE- fueron las que menos votos a favor consiguieron, mientras las más cercanas a conseguir ser aprobadas fueron las más conciliadoras. En concreto, la moción para la permanencia en la unión aduanera perdió por 264 votos a favor y 272 en contra y la opción de un segundo referéndum de la UE subió notablemente en apoyos logrando 268 votos a favor y 295 en contra.

Tercera votación este viernes

En este contexto, Theresa May ha planteado rápidamente una tercera votación este mismo viernes 29 de marzo, el día en el que estaba programada la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Para ello ha vencido las reticencias del presidente del Parlamento Británico, John Bercow, que el pasado miércoles insistía que "No deberían tratar de burlar mi decisión". No obstante, ha aceptado esta tercera oportunidad, pero ha recalcado que será la última, en ningún caso habrá otra más sin cambios significativos.

En esta nueva votación, con total seguridad veremos muchos más apoyos a aprobar el acuerdo, pero salvo cambio radical de última hora, estos se antojan insuficientes. El Partido Unionista Democrático (DUP) sigue negándose a dar su apoyo si se mantiene el mismo estatus de la frontera entre la República de Irlanda y la británica de Irlanda del Norte. En un comunicado, los unionistas han señalado que "dado que no se han producido los cambios necesarios sobre el backstop entre el Gobierno y la UE y en vista de que la estrategia actual podría suponer que Irlanda del Norte quede sumida en una serie de acuerdos al final del periodo de implementación, no apoyaremos al Gobierno si se celebra otra votación significativa".  Esta negativa se extiende al ala más dura de los miembros del Partido Conservador. Jacob Rees-Mogg, líder de los euroescépticos, ha condicionado su respaldo a lo que hiciera el DUP, estando dispuesto a dar un SÍ siempre que al menos los unionistas de Irlanda del Norte se abstuvieran.

Parece claro que Theresa May está dispuesta a agotar todas las posibilidades antes del 12 de abril, fecha en la que tendría que pedir una prórroga larga a la Unión Europea con unas garantías diferentes, entre las que se incluye convocar Elecciones, pero sin certeza de conseguir su propósito.

Donald Tusk tiende la mano a que sigan dentro de la UE

Mientras el Parlamento Británico continúa en un callejón sin salida, los ciudadanos partidarios de mantenerse dentro de la Unión Europea han intensificado sus acciones para conseguir un segundo referéndum. En la última semana han presentado seis millones de firmas en el Parlamento para solicitar esta posibilidad y otro millón de personas se manifestó en Londres el pasado sábado en apoyo de esta iniciativa.

Ante esta situación, Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, advirtió también el miércoles que "no se puede traicionar a esa creciente mayoría que quiere permanecer en la UE". La Unión Europea mantiene la posibilidad de retirar el artículo 50, aunque esta sigue siendo lejana. Pero esta advertencia sí puede tener efectos más prácticos para atraer a euroescépticos hacia un acuerdo si consideran que crece la posibilidad de mantenerse dentro de la UE. 

"Pido a todos que den su respaldo al plan y completemos nuestro deber histórico: cumplir aquello que decidió la ciudadanía británica y abandonar la UE de un modo suave y ordenado" también señaló Theresa May el miércoles. Este sigue siendo el escenario más probable, pero a su vez sujeto a enormes incertidumbres.

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Fuentes: "Motions relating to the United Kingdom’s withdrawal from and future relationship with the European Union". House of Commons, order paper nº 276. 27 de marzo de 2019; "Report by President Donald Tusk to the European Parliament on March European Council meetings. Comunicado de prensa, Consejo Europeo. 27 de marzo de 2019; y elaboración propia.
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