Educación financiera - 18 de noviembre de 2021

¿Qué es la economía circular?

La economía circular es un modelo económico fundamental para luchar contra la ingente cantidad de residuos y la mala gestión de los recursos naturales mediante el reciclaje, la reparación, la recuperación o la reutilización de los recursos no renovables.

Según un informe reciente del Banco Mundial, la humanidad genera más de 2.000 millones de toneladas de desechos sólidos municipales al año y recicla menos del 15%. Uno de cada tres residuos no se gestiona con buenos estándares de seguridad ambiental y más del 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero procede de los desechos.

En los próximos 30 años, la rápida urbanización, el crecimiento de la población y el desarrollo económico podrían hacer que el consumo energético mundial se incremente un 50%, que los residuos globales se disparen un 70% hasta alcanzar los 3.400 millones de toneladas y que los desechos aumenten sustancialmente en las principales regiones y para los principales grupos de renta.

En este contexto, según el informe CIO Key investment themes: Resource stewardship, de Deutsche Bank, se impone un cambio de modelo. Pero la alternativa no debe contentarse con reducir drásticamente los residuos, sino que también debe desacoplar la actividad económica del consumo de recursos limitados, aminorar los costes de producción e impulsar la eficiencia. Decenas de millones de personas se están incorporando a la clase media en todo el mundo y necesitan gastar cada vez más energía, una dieta más rica y acceder a mejores empleos. La clase media mundial puede catapultarse en más de 1.000 millones de personas durante los próximos diez años. Hay que buscar la manera de que aumenten su consumo sin que sus residuos y emisiones lo hagan al mismo ritmo.

La economía circular es una buena alternativa, porque reduce los residuos y el uso de productos y energía mediante el reciclaje, la reparación, la recuperación o la reutilización de los recursos no renovables, que ya no tienen por qué acabar casi siempre en grandes basureros o incineradoras. La combinación de este modelo con la transición ecológica podría hacer que las energías verdes representasen   casi el 30% del consumo total en 2050, que se redujeran las emisiones de gases de efecto invernadero para prevenir las peores consecuencias del calentamiento, que se aprovechasen mucho mejor los recursos (el agua, por ejemplo) y que se creasen nuevas oportunidades para el desarrollo económico y el bienestar.

El informe de Deutsche Bank pone como ejemplo de lo que está ocurriendo las experiencias de las dos mayores economías mundiales. Así, en China las aguas municipales tratadas han pasado del 32% en 1999 al 96% en 2019, la reutilización de aguas residuales podría escalar hasta el 25% en 2025 y el gigante asiático prevé construir o actualizar 80.000 kilómetros de tuberías recolectoras de agua durante los próximos cinco años. En paralelo, el sector del reciclaje y la reutilización en Estados Unidos representa casi 700.000 empleos todos los años, cerca de 40.000 millones de dólares en salarios y unos 5.500 millones de dólares en impuestos recaudados. La tasa de reciclaje de la primera potencia del planeta ya se sitúa alrededor del 35%, aunque palidece un poco frente a la de la Unión Europea en general (48%) y la de Alemania en particular (67%).

Los países pobres, según el Banco Mundial, reciclan solo el 4% de sus residuos y recogen y procesan la mitad de los desechos en las ciudades y el 26% en las áreas rurales.

A los países ricos también les queda mucho por hacer, y ése es el motivo de que también aparezcan allí opciones que de inversión cada vez más interesantes. Al fin y al cabo, recogen y procesan todos los residuos, pero no recuperan más que un tercio mediante el reciclaje y el compostaje. El esfuerzo tendrá que ser mucho mayor si, por ejemplo, la Comisión Europea quiere reducir un 55% los gases de efecto invernadero de aquí a 2030. 

Tanto en Europa como Estados Unidos, China o África, la inversión privada está destinada a jugar un papel fundamental en la transición hacia la economía circular y más ahora que existen instrumentos como los bonos verdes, el capital riesgo social y los fondos de inversión con criterios de sostenibilidad. Ningún país o bloque regional tienen suficientes recursos para completar esta transición solos. Es un compromiso que afecta a toda humanidad.
 

Fuentes

https://www.globalwaterintel.com/news/2021/11/china-unveils-its-new-five-year-wastewater-roadmap
https://www.epa.gov/smm/recycling-economic-information-rei-report#findings
https://www.eunomia.co.uk/reports-tools/the-50-states-of-recycling-a-state-by-state-assessment-of-containers-and-packaging-recycling-rates/ 
https://www.eea.europa.eu/data-and-maps/indicators/waste-recycling-2/assessment
https://www.weforum.org/agenda/2021/04/the-circular-economy-is-a-billion-dollar-opportunity-for-africa-here-s-why/
https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/30317  

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