Y si nos toca el Gordo de Navidad, ¿cómo lo rentabilizamos?

Si has sido uno de los afortunados, aquí encontrarás consejos para lograr obtener un máximo rendimiento de los premios.  

En el caso del Gordo, el importe se queda en unos 320.500 euros después de los impuestos, una cuantía que permite realizar gastos inmediatos, donaciones entre familiares o inversiones en compras de inmuebles, acciones, bonos, etc.

Más allá del primer consejo de "mantener la calma", existen una serie de recomendaciones a las que podremos echar mano el próximo 22 de diciembre para que el premio suponga, efectivamente, una mejora sustancial de nuestra vida presente y futura y nuestra ilusión y dinero no se evaporen en cuestión de meses.

Planificar nuestra inversión, un paso clave

Un ejercicio de planificación de nuestra inversión debe ser un paso esencial en este proceso. Por eso es fundamental acudir a profesionales en asesoramiento patrimonial y financiero que nos ayuden a estructurar la inversión.

Tenemos que definir cuáles son nuestros objetivos a corto-medio plazo, ya que varían en función del momento vital en el que nos encontremos. No es lo mismo, por ejemplo, que estemos formando una familia y queramos adquirir una primera vivienda, que estemos pagando la universidad de nuestros hijos o que estemos a punto de comenzar nuestra jubilación.

Este horizonte temporal nos ayudará a decidir cuánto vamos a destinar al ahorro y cuánto a la inversión. Una vez decidido qué porcentaje del premio destinaremos a la inversión, tenemos que definir nuestro perfil de riesgo; esto es: ¿qué riesgo estamos dispuestos a asumir a cambio de rentabilidad? Obviamente, a más riesgo, más rentabilidad…

¿Conviene amortizar hipoteca y otras deudas?

Saldar deudas o hipotecas suele ser una de las opciones más barajadas, aunque, antes de hacerlo, siempre tenemos que tener en cuenta las condiciones en que se contrataron los préstamos.

Cada caso es distinto y, si se cuenta con la financiación adecuada en términos de costes, plazos o saldo pendiente de amortizar, no será tan aconsejable levantar el préstamo, sobre todo, en un entorno de tipos de interés cero como el actual.

¿Invertir en vivienda?

Un estudio realizado por Loterías y Apuestas del Estado en el año 2014 señaló que la máxima prioridad de quién juega Lotería de Navidad, un 41%, está en comprar una vivienda frente al 31% que gastaría el dinero en primer lugar en adquirir un coche.

La vivienda es, efectivamente, uno de los vehículos de inversión más populares en España a pesar de su baja liquidez. Como cualquier activo, su precio puede subir y bajar, según la situación del mercado y ofrece una rentabilidad vía arrendamiento. Para comprar con objetivo de vender en el corto plazo, existe el riesgo normal de que el precio del activo suba o baje.

En el caso de que la vivienda sea para para alquilar es importante recibir asesoramiento para identificar aquellos activos localizados en lugares con demanda solvente de arrendamiento y con tendencia al mantenimiento o alza de los alquileres.

¿En qué activos debemos invertir nuestro premio?

La premisa fundamental es: no debemos invertir en lo que no conocemos. Algunas inversiones pueden parecer muy atractivas pero comportan un altísimo riesgo y son solo para expertos que saben cómo entrar/salir en cada momento. Debemos, por tanto, conocer al detalle los productos financieros que contratamos y a qué nivel de riesgo nos exponemos. 

Si concretamos en productos financieros, los fondos de inversión suelen ser una opción muy recomendada por los expertos, ya que permiten construir carteras aptas para todos los perfiles de riesgo y horizontes temporales de inversión. 

Disclaimer:
El ahorro fiscal puede variar en función de la escala de gravamen de cada comunidad autónoma.
Este documento se ha realizado solo a título informativo. No constituye una recomendación ni oferta vinculante para comprar o vender los productos financieros comentados. No constituye, ni podrá ser utilizado, como forma alguna de compromiso o contrato por parte de Deutsche Bank, Sociedad Anónima Española y no constituye obligación legal alguna para dicha entidad.
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